Está muy de moda elegir comprar productos usando las tarjetas de crédito en una modalidad conocida como Tasa Cero. Bajo esta modalidad, usted en un periodo de tiempo determinado (plazo) solo paga el monto de la compra, sin intereses. Genial no!
Pero, si por alguna razón uno de los PAGOS comprometidos, NO SE HACE A TIEMPO o SE HACE INCOMPLETO, el monto que se adeuda a ese momento, SE AGREGA A LA DEUDA TOTAL DE LA TARJETA DE CREDITO, y que creen, se le va a aplicar la tasa de interés de la tarjeta, que como ya sabemos superan normalmente el 50% anual.
Esta tentación de comprar sin intereses, hace que las compran sean por montos mayores a los que habitualmente haría si tuviera que “comprarla con la tarjeta”, pero cuidado, un descuido en el pago, y esa compra va directo a la deuda de la tarjeta sin que haya forma de volver a la “tasa Cero”.